REALIDAD INVERSA, FICCIÓN MATERIAL

Fotografías que inquietan nuestro sentidos, lugares de la ficción que cobran vida. Así son las fotografías teatrales de Sandy Skouglund.

Luz, escultura, espacio, fotografía e instalación se unen en las ficciones de Sandy Skoglund, artista y fotógrafa estadounidense. Cada escenario que ella construye tiene un trabajo de meses, en los que esculpe, forma y pinta las paredes, objetos y animales que allí aparecen.

Una vez que el montaje está listo Skouglund toma fotografías del lugar capturando escenas que transitan entre lo mágico y lo fantástico. Sus fotos voltean la realidad.

Sus imágenes tienen una carácter narrativo, donde el color y sus personajes se ubican dándole vida a experiencias pasadas. La teatralidad también se ubica en un lugar importante dentro de sus fotografías, insinuando la revelación de una escena encubierta o de actores a punto de revelar el nudo de una obra.

En un punto, su obra dialoga con la imagen comercial, creando una cercanía con la cultura americana,  en respuesta a un instinto del arte en donde la producción artística es un reflejo del contexto.

Su proceso de creación traspasa lo que algunos consideramos límites de tiempo y paciencia. La producción de cada escena le toma entre 6 meses y un año, cuando está lista, toma la foto y destruye el lugar. Su técnica es conocida como “Tableau Photography”. Tableau en este sentido se traduce a imagen vivida,  contando alguna forma de realidad desde estas escenografías.

Sandy Skoglund, dice que su trabajo a veces se basa en un modelo Frankestein, en el que los humanos crean un mundo que se sale de control y se vuelve en contra de ellos. La sensación que se transmite viaja desde los colores hasta la aparición de animales u objetos que se replican llenando el escenario. Aunque también se vale de éstos para sugerirle interpretaciones al espectador  y representar fobias y obsesiones.

No cabe duda al ver este trabajo, que cada objeto y cada color es planeado para que cuando los espectadores nos acerquemos a su obra entremos en un viaje visual donde una dimensión alterna se apodera de los sentidos  mientras recorremos este escenario.