Al son de Bob Dylan aparecieron costureras en un escenario tranquilo y lleno de rosas. Este reflejaba el trabajo de miles de mujeres que trabajan día a día detrás de las telas. Bajo este espacio, se desarrolló la colección «Trazos» de la diseñadora Carolina Sepúlveda y su marca Aldea.
El blanco y el rojo fueron el eje armónico de esta colección llena de vestidos desestructurados, ligeros, faldas largas y superposición de telas.
El uso de una sola paleta de color y los delgados trazos de lineas de distintos colores fueron muy llamativos y coherentes con el nombre de esta colección que se basa precisamente en todo lo que pasa antes de llegar al resultado final de una pieza de vestir; en los trazos de las medidas anatómicas sobre un plano que permiten llevar a cabo la construcción de una prenda.
Foto editor: Tawfick Espriella
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