ATOM Y EL DISEÑO EN COLOMBIA

EXCLAMA habló de diseño, educación y proyectos con Assaf Wexler y Santiago Restrepo de ATOM.

El diseño va más allá de la estética o la imagen de un objeto; de hecho, toda creación del hombre contiene elementos de diseño. Las decisiones qué tomamos y la forma en la que lo hacemos mantienen siempre un proceso creativo ligado al diseño. Nuevos y mejores métodos aparecen todos los días con el fin de obtener resultados superiores en todas las ramas del diseño.

Los procesos de creación, y el diseño no son inherentes a otro tipo de industrias. Un buen diseñador es capaz de identificar y resolver problemas, organizar y ejecutar soluciones y proyectos; es capaz de identificar valores diferenciales y comunicarlos con efectividad. El cultivar estas habilidades del diseñador, no es exclusivo de aquellos que eligen estudiar diseño, sino también de todo tipo de profesionales. La manera de aprender acerca del diseño llega con nombre propio: ATOM.

Hace más de cinco años, el diseñador israelí Assaf Wexler, junto con Santiago Restrepo y Nicolás Lizarralde trabajan en la consolidación de su primer estudio: Dosuno Design. Con el pasar del tiempo se dieron cuenta de la enorme brecha que existía entre las habilidades necesarias para ser un buen diseñador y el perfil profesional de  los graduados en diseño. Más adelante, junto con el arquitecto Alejandro Peña, identificaron la raíz del problema: Una desarticulación entre la manera de aprender sobre diseño y el uso de las habilidades aplicadas en la vida laboral. Es aquí, donde ATOM entra a cerrar esa brecha educativa mediante talleres, conferencias y demás actividades académicas.

Adicional a ATOM Design Education, ATOM Corporate Education fue creado por la alta demanda por parte de empresas y organizaciones que necesitaban herramientas como el visual thinking en sus procesos de creación. El punto de vista de ATOM es claro; EXCLAMA habló con Assaf y con Santiago sobre el Diseño en Colombia:

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¿Cuáles son las principales necesidades de los clientes con los que trabajan, y cómo entra ATOM Corporativo a resolverlas?

Principalmente son temas relacionados a la comunicación. El término “Muerte por Powerpoint” se ha acuñado recientemente y resume muy bien lo que sucede en el ambiente corporativo: Las empresas gastan millones de horas tratando de entender qué se quiere comunicar y la manera en la que es relevante hacerlo, sin tener mayor resultado. Nosotros les enseñamos a estructurar mensajes asertivos, mediante metodos que garantizan la simetria entre los mensajes emitidos y lo comprendido por el receptor. En muchas ocasiones terminamos trabajando como agencia de comunicación, sin embargo nuestro propósito es el de instalar dichas capacidades comunicativas dentro de la misma empresa. Lo nuestro es learning by doing, las metodologías que enseñamos las aplicamos directamente y eso afecta enormemente los resultados. Lo que nos apasiona es esa transmisión de conocimientos.

Según ustedes, el modelo educativo de las carreras de diseño es un producto desactualizado, ¿cómo entra ATOM Design Education a solucionar estas necesidades?

El modelo educativo mediante el cual se enseña diseño, es literalmente un esquema medieval, es decir, este fue un formato ideado originalmente durante la edad media y nunca fue pensado para profesiones actuales en un contexto moderno. Simplemente es como siempre se han hecho las cosas. Si bien puede ser un buen modelo para aprender derecho, ciencias políticas e ingeniería, no necesariamente es el mejor modelo para impartir educación en diseño.

La inversión actual de un estudiante de diseño en una universidad de renombre puede rondar los 100 o 150 millones de pesos, lo mismo que un ingeniero o un abogado, con la enorme diferencia que al graduarse los tipos de salarios que tienen las diferentes carreras hacen que para el diseñador sea casi imposible recuperar la inversión de una manera eficiente. El interés en el diseño y el tamaño de las facultades ha crecido y sigue creciendo, sin embargo los salarios se han estancado de manera preocupante.

Los factores que determinan el éxito profesional en cualquier oficio van más alla del aprendizaje técnico de la carrera. Se trata de factores como comunicación, liderazgo, ideación, planeación y conocimientos financieros; sin embargo, la academia ignora en gran parte este tipo de conocimientos. Nosotros buscamos formar diseñadores que no sean un tornillo más en la maquina empresarial, queremos que sean quienes las construyen y las operan. El diseñador debe ser entonces un problem-solver. La creatividad combinada con nociones de negocios, comunicación y fabricación es lo que hace a un diseñador alcanzar su máximo potencial.

Creemos también que la educación en diseño se debe dar en todas las etapas, es decir hace parte de un Life Long Learning, donde debe haber oferta para que los profesionales sigan siendo vigentes, como también para los niños a quienes se debe estimular y empoderar desde edades tempranas.

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Hablando de la forma en la que se desarrolla la creatividad desde edades cortas, ¿cómo se podrían potencializar herramientas creativas desde la educación?

Pienso que si nos quedamos en un modelo educativo igual al de los ochentas termina siendo un despropósito. A los niños se les enseña a hacer cálculo pero no se les dice cuál es el propósito. Los enseñan a pensar en el cómo dejando de lado el por qué. Lo mismo pasa en las universidades. Es importante tener bases y conocer más sobre la historia pero siempre pensando en “Para qué me servirá esto” o “De qué manera puedo aplicarlo como diseñador”. Hay que priorizar qué cosas son las que nos van a permitir ser exitosos y tener ingresos económicos satisfactorios. Es importante entonces, empoderar a la gente para que defina su perfil.

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Hace poco en otra entrevista hablábamos con Jose Duarte, líder en visualización de la información, sobre el diseño colombiano y su carencia de identidad en comparación con otros países (lea la entrevista aquí), ¿qué piensan ustedes de la importancia de una identidad en el diseño colombiano?

Esto ha sido una preocupación nuestra desde que comenzamos a trabajar en Colombia hace unos 5, 6 años. Sin embargo nos hemos dado cuenta que el problema realmente no es una falta de identidad. Paises como Italia, Dinamarca, Alemania, tienen identidad de diseño bastante claras, esto se debe a que llevan generando diseño mas de medio siglo, es decir la identidad no es algo que se define a priori, es algo que identifica a posteriori, mirando hacia atrás en la trayectoria. La preocupación debería estar, entonces, en habilitar y facilitar cada vez más desarrollos de diseño, y no en definir los mismos.

Vivimos en un mundo totalmente globalizado y vemos que el diseño también lo es, y los estilos definidos son cada vez menos relevantes. Un buen ejemplo de esto es nuestro gran amigo y antiguo socio de Dosuno Design, Pablo Fog quien con su estudio Reinhard Dienes hace desde Bogotá excelente diseño, que muchos llamarían de línea “germana” o “escandinava”. No hay que buscar identidad en el diseño colombiano, simplemente hay que hacer más diseño en Colombia.

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Más allá de la identidad, ¿ven entonces alguna falla en el diseño colombiano?

La principal falla es la falta de sensibilidad y conocimiento acerca de lo que es el diseño. Cuando se habla de innovación con muchas empresas colombianas, lo tienen más asociados a algo lúdico y no estratégico. Es decir, innovación en la cabeza de muchos, es un evento de un día con conferencias, posters y entusiasmo, pero se carece del conocimiento necesario para entender estos términos a fondo, el compromiso para realmente llevarla a cabo. Si analizamos nos damos cuenta que muchas de las empresas de productos y servicios más fuertes (exitosas) en el mundo, usan el diseño como un eje estratégico de la empresa: desde cómo se presentan, cómo se comunican, el producto en sí e incluso, cómo trabajan dentro de la misma empresa; por eso en países como Suecia, Singapur, Corea del Sur, el diseño tiene tanto éxito, porque se ha establecido como en una política de Estado, y no como un adicional en una cotización.

Cada vez más se demuestra que los diseñadores pueden ejercer cargos altos y no tienen que estar en el cuarto de atrás. No hay un nicho en el que no quepa un diseñador capaz de facilitar procesos internos y externos. Pensamos que es necesario para la industria colombiana generar otra alternativa para aprender sobre diseño y permitir ser valorados como diseñadores.!

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