María Luisa Sanín es una joven artista visual colombiana, que se dedica a crear mundos post apocalípticos a través de sus instalaciones. Sonidos estridentes, lámparas de neón que estallan en las paredes, colores fluorescentes y luces ultravioleta, crean atmósferas de mundos que parecen congelados en un espacio- tiempo paralelo. Las narrativas que propone en sus obras hacen planteamientos sobre el consumo de los medios masivos de comunicación, los aparatos tecnológicos de desecho y la astrología.
El trabajo creativo de la artista se basa en recrear la sociedad contemporánea a partir de la apropiación de imágenes de la cultura popular y de la intervención de objetos tecnológicos que se han vuelto basura debido al fenómeno de la obsolescencia planificada del capitalismo. Sanín tiene la convicción de que en esta era de ¨hiper-saturación social de imágenes y objetos¨, el acto de hacer también es algo obsoleto y que por esa razón se dedica solamente a rehacer a reinterpretar y a distorsionar el material que colecta.
Una de sus obras es Berreo, berreo, berreo por el perreo. Esta es una pintura en acrílico sobre lienzo con colores fluorescentes y con una estética que recuerda la de los comics de ciencia ficción de los años setenta. El primer elemento es un juego de palabras que hacen una rima simple, -como las del reggaeton -, en donde rima la palabra berreo, que es una forma coloquial en la que transmuta el verbo llorar, con la palabra perreo, que es la forma como se le dice a bailar reggaeton.
Luego, se ilustran tres caras de Celebrities que todos conocen, las cuales están llorando, encerradas en compartimentos futuristas, que preservan la vida después de la muerte. Todo ello sobre un fondo rosado muy llamativo para el espectador. Esta obra tiene todo que ver con la cultura pop, en la que es necesario hacer parte de la cultura millennial para poder entender las referencias a las que el cuadro invita de forma chistosa a pensar, y a cuestionar los absurdos elementos que la componen. Es algo así como una recreación plástica del fenómeno lingüístico de los memes.
Otra de sus obras es la instalación Soluciones bajo presupuesto a problemas Mercurio retro, la cual se compone de dos escenarios. El primero es la recepción de una tienda de un psíquico cuyos servicios son costosos. El segundo es la sala trasera de la misma tienda, en donde hay una bola de cristal para ver el destino. En ella se proyectan videos cortos de Walter Riso hablado sobre el horóscopo de cada signo zodiacal . Sanín se apropia de la forma en que la televisión ha ridiculizado y banalizado esta técnica de adivinación, para demostrar cómo la alta difusión de estos programas ha resultado convirtiéndose en un sistema de creencias para su generación, haciendo parte del lenguaje y la vida cotidiana.
En la puesta en escena no hay significados, los ilustra de manera rápida y efímera, en donde las palabras no tienen sentido ni conexiones lógicas. Por eso, parece que abre la discusión sobre las maneras en que el consumo de medios masivos influye en la identidad de los individuos ya que al considerarse como verdad determina los gustos, los comportamientos y la percepción que tienen sobre la vida misma.
En la instalación La próxima semana este fenómeno es retomado nuevamente pero con un look mucho más Kitsch. Pues, usa un televisor viejo en el que proyecta un video, dentro de un tanque de agua de plástico invertido, ambos puestos sobre una alfombra de peluche con estampado de cebra.Todos los elementos parecen ser una sátira sobre lo que se quiere saber del futuro en este mundo postapocalíptico que plantea. Es inevitable no reírse al ver como un comercial que patrocina una lectura de tarot, intenta vender el producto como un herramienta verídica capaz de resolver preguntas existenciales de gran importancia. Lo que realmente ocurre es que estas preguntas no son así de serias si no que son preguntas que por ejemplo se harían los participantes de un reality en alguna de las situaciones ficticias que se plantean en los programas.
El próximo proyecto de la artista es hacer unas pinturas interactivas 3D que se puedan explorar desde el celular. Así el recurso de la tecnología es una constante a su obra, aunque al mismo tiempo critique la liquidez de la misma. También, es interesante cómo combina procesos manuales, con recursos análogos y digitales. Toma elementos millennials los hace parte de su obra y deja preguntas abiertas sobre qué estamos consumiendo. Es como si su propio discurso fuera una predicción fatídica y pomposa de lo que puede ser el futuro si continuamos dándole agencia a los contenidos basura con la que los medios masivos nos atiborran diariamente. Lo importante es entonces, la inigualable expresión plástica y burlesca con la que convierte toda esta ¨basura¨ en un discurso reflexivo sobre nuestra sociedad de consumo.