Escrito por: Juan Ricardo Rincón

En este momento todos hablamos de Brasil: las razones son obvias y sinceramente nos habíamos demorado. Hoy por hoy, el panorama arquitectónico brasileño es muy alentador, y a pesar de que los grandes debates se siguen dando en EE.UU. y Europa, los brasileños llevan un período largo dedicándose frenéticamente a la producción arquitectónica. Como en todo, hay quienes lo han hecho más callados que otros, no obstante, todos parecen estar operando en una unidad orgullosa y entusiasta de la herencia inagotable del movimiento moderno. De esta manera, han logrado estructurar una mirada independiente frente al problema arquitectónico. Así como los japoneses, los brasileños parecen estar escondiendo su secreto al mundo, pero lo claro es que, en mayor o menor medida, parecen estar todos enterados.

Los brasileños, tal como los conocemos, han sido también inquietos en el ámbito arquitectónico. La exposición “Brasil Builds” del Museo de Arte Moderno de Nueva York sirvió de catapulta para lanzar al mundo una generación de arquitectos brillantes. Eran los cuarenta y, como para tantos, el movimiento moderno era el día a día. De allí no sólo surgieron referentes arquitectónicos obligatorios como Niemeyer, Reidy, Vilanova Artigas, Costa y, por consiguiente, personajes definitivos como Mendes de la Rocha y Lina Bo Bardi, sino que también se generó una manera distintiva de expresar al mundo su interpretación del racionalimso y el pensamiento de Le Corbusier. Es evidente que de este periodo fueron ellos los más abiertos a experimentar dentro del marco moderno, de ahí que hasta los años sesenta el mundo tuviera los ojos volcados en un hacer arquitectónico que, aunque evocaba el “estilo internacional” de la época, mantenía una definición y un arraigo cultural que hacía de este un “estilo nacional”.

En los años setenta (durante lo que hoy se trata de definir como posmodernismo), los brasileños parecieron mirar a un lado y siguieron hacienda su voluntad. De esta manera, el entusiasmo frente al modernismo perduró, y los jóvenes arquitectos del momento continuaron educándose en esta línea. Se dice que los brasileños nunca lograron “darle un pasado” al sentir moderno, y que dedicaron sus esfuerzos a actualizar conceptos modernos a nuevos materiales y tecnologías de construcción. Sea cual sea el caso, es evidente que en este proceso tanto las escalas como los benefactors de los proyectos cambiaron.

Los encargos pasaron de ser grandes proyectos públicos, a ser pequeñas comisiones privadas. Así mismo, la especulación inmobiliaria intrudujo su propia estética, y la expansión de las grandes urbes replanteó el sentido urbano de años pasados. De aquí a decir que manifestaciones como Barra de Trujica o Recreo dos Bandeirantes en Río de Janeiro sean manifestaciones “posmodernas” o simplemente productos directos del Mercado inmobiliario son sólo especulaciones. Lo cierto es que, luego de estarse mirando al espejo durante años, Brasil ha decidido mirar al resto del mundo: un mundo que, ahora, está más que dispuesto a untarse del actual modo brasileño.

Hoy en día la arquitectura en Brasil goza de buena salud, y aunque parecieron estar callados durante un tiempo, quietos no estaban. Como en el mundo entero, en este país existe el reconocimiento de un lenguaje arquitectónico internacional: no son los brasileños ajenos al mundo globalizado y a la fascinación por la imagen que caracteriza gran parte de la arquitectura mundial actual. La diferencia la marca su actitud frente a las discusiones arquitectónicas centrales de décadas pasadas. En el presente, el clima arquitectónico en Brasil, si bien tiene manifestaciones de lo que vagamente podría llamarse “estilo internacional”, parece estar estructurado bajo una unidad. El “exilio arquitectónico que se vivió en años pasados hace que hoy se perciba una misma tendencia, representada por una actitud independiente frente al oficio arquitectónico.

La actualidad de la arquitectura brasileña goza de una diversidad similar a la de su geografía. De tal forma que recorrer la obra de proyectos como los de Studio MK27 – Marcio Kogan, MMBB Arquitectos, Brasil Arquitectura, Isay Weinfeld o spbr deja la sensación de ver, no sólo una influencia y entendimiento del legado moderno, sino también una rigurosa manera de operar en el presente. Así mismo, otro tipo de prácticas han abogado por discursos distintos y manifestaciones arquitectónicas de corte alternativo. Sorprende el Studio Vazio de Carlos Teixeira, no sólo por su trayectoria, sino también por su variedad de proyectos tanto en encargos como en proporciones. Vazio es un studio muy refrescante dentro de un contexto aparentemente homogéneo.

A su vez, prácticas emergentes como la de los francobrasileños Triptyque Architecture vienen siendo el ejemplo de una actividad joven volcada hacia Corrientes de corte más internacional. Sin embargo, su propuesta logra captar la atención dentro de la proliferación de los llamados “estudios jóvenes experimentales”. Así mismo, se encuentran estudios como el siempre comentado spbr. Angelo Bucci, de la mano de Nilton Suenaga y Ciro Miguel, nos sorprende con una arquitectura seria y contundente, y abre el debate de cómo la arquitectura puede mantener una libertad clara ante modas temporales.

La propuesta de spbr habla de frente sobre su arraigo a la tradición moderna. No obstante, su proyecto ha logrado expander los marcos de esta, y le ha brindado al mundo una propuesta arriesgada pero al mismo tiempo controlada. Ver las diferentes obras del studio paulista es entrar en un universo de claridad conceptual y una delicada ejecución de la obra.

En este ámbito, sería absurdo no hacer referencia a arquitectos tan notables como son los de MMBB arquitectos. Herederos directos de Paulo Mendes da Rocha, Fernando de Mello Franco, Marta Moreira y Milton Braga, definen esa arquitectura brasileña que al ser exportada sorprende al mundo. MMBB evoca de manera nostálgica un momento de la historia en el que el oficio arquitectónico era una cuestión de rigor y conceptos claros. Un momento en el que el tratamiento de la imagen no determinaba el rumbo de las grandes publicaciones, en el que los arquitectos se parecían más a los obreros que a las estrellas de rock & roll.

Y aunque la producción de estos grupos de arquitectos emocione igual a como puede hacerlo Lenine en algún concierto, hay otros que a pesar de trabajar sin hacer tanto ruido tienen a todos pidiendo más a gritos. Este es el caso de Studio MK27 – Marcio Kogan. Basta con toparse con alguno de sus proyectos para saber que ahí está pasando algo de lo que e quisiera hacer parte. Con una simplicidad casi exhuberant, Studio MK27, presenta al mundo una práctica no sólo entusiasta, sino también orgullosa del legado modernista del país, e igualmente una rquitectura que fascina sin tener que hacer malabares.

En los proyectos de MK27 se encuentra la preocupacióon del arquitecto por definer íntegramente el edificio, de tal forma que la resolución elegante del detalle se vuelve el todo. Así, de manera honesta, la arquitectura de Kogan no es de corte internacional ni tampoco es un reencauche forjado del modernismo. Sencillamente son piezas que emanan un sentido contemporáneo del diseño, gracias a las virtudes de una oficina que trabaja de manera seria por hacer buena arquitectura, más que por querer reinverntarla.

Es claro que nos habíamos demorado en hablar de este país que parece estarse tomando el mundo poco a poco. Ahora llega el mundial de fúbol, escenario en el cual hasta las más grandes rockstars de la arquitectura quisieran ser fichadas por algún club. El tiro de esquina ya está cobrado, y todos estamos a la expectativa de cómo sera la definición de un gol que tiene al estadio quieto: ansioso. Ya veremos si los brasileños lograrán tomarse el mundo o no. Lo cierto es que en el ámbito arquitectónico parcen estar haciendo todos los méritos. Así, la crítica brasileña (tan tímida y solidaria como la conocemos) podrá estar segura de que habrá vida después de Niemeyer.

Este artículo fue publicado en nuestra edición impresa N. 12. Algunos de nuestros contenidos aún son exclusivos del papel. Para disfrutar de ellos, te invitamos a suscribirte AQUÍ

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