BARES POP UP

Dos bares que aparecen y desaparecen

Siguiéndole los pasos a las pop up stores (tiendas que aparecen por temporadas y desaparecen poco tiempo después), ahora también hay bares que hacen lo mismo. Se levantan de un día para otro en una esquina desolada o en una plazoleta en la que sólo las palomas retozan, y, por algún tiempo -probablemente hasta que la paciencia de la vecina se agota- ofrecen copas, alcohol y dancefloor.

Fáciles de construir y ensamblar, hechos con materiales comunes pero resistentes y con geniales ideas estructurales y de diseño, estos bares temporales le cambian el ritmo a las ciudades y ponen en evidencia la pericia del arquitecto que los construye.

Acá, para ustedes, un par de ejemplos de bares que no necesitan de bola de espejo, piscina o piso en azulejos para sorprender a sus visitantes.


Bar Temporal de Parque da Cidade (Oporto, Portugal)

Diseñado por Diogo Aguiar  y Teressa Otto, estudiantes de la Escuela de Arquitectura de Oporto, este bar es un cubo de rubik de 4.7 metros de alto. Un bloque de Estralandia de tamaño mega, construido en una semana a punta de ensamblar contenedores plásticos del Ikea  más cercano. 420 cajas para guardar ropa, todas blancas y de diferentes tamaños, hicieron las veces de ladrillos para poner en pie esta bar que en 2008 se convirtió en punto de fiesta en el Parque da Cidade, Oporto.

Los contenedores estaban fijos a unas placas de madera que, a su vez, estaban ajustadas a una estructura metálica. En las mañanas, el bar lucía como una parca torre blanca pero en las noches la estructura se vestía de gala: una gigantesca red de luces LED ensamblada en el interior de cada uno de los contenedores alumbraba el bar con diferentes colores al ritmo de los sonidos del DJ. Su practicidad, su buena presencia estética y su utilidad llevaron a este edificio temporal a convertirse en el punto de referencia de las construcciones de este tipo y a ser el diseño “de mostrar” de las generaciones por venir de la Escuela de Arquitectura. Desde entonces, anualmente, los profesores de esa institución le dan a sus estudiantes la tarea de construir estructuras temporales beneficiosas para la comunidad.


Bucky Bar (Rótterdam, Holanda).

Un poste de la luz, varias decenas de sombrillas y gente con ganas de salir a parrandear aun si la temperatura afuera es de 10 ó 15 grados bajo cero, es lo único que se necesita para armar un reventón de grandes proporciones en las calles de Rótterdam.
Como parte del proyecto Cinco propuestas positivas no solicitadas , un domo construido con sombrillas tomó por asalto la tranquilidad de una plaza de la segunda ciudad más importante de Holanda en febrero de 2011. El objetivo: estrechar los lazos de la comunidad en una fiesta con DJ´s.

Siguiendo los preceptos de diseño de la cúpula geodésica (esfera construida a partir de poliedros) de Buckminster (Bucky) Fuller, los arquitectos de DUS Architecten y Studio for Unsolicited Architecture  crearon un domo rojo que albergó y dio refugio del frío a casi 300 personas durante una noche. La juerga terminó a las 2:00 A.M., cuando la policía irrumpió en el sitio y mandó a dormir a todos los asistentes. Desmontado con facilidad, extremadamente útil y barato, este bar nació, albergó la fiesta y después desapareció para siempre.